Jaime
Hales
La noche del 20 de junio, a las 21:15 hrs en Syncronía, celebraremos el ritual de la Luna Llena.
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La noche del 20 de junio, a las 21:15 hrs en Syncronía, celebraremos el ritual de la Luna Llena.
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Al
llegar las 7 de la mañana del día 20 de junio, el Sol está casi en el último
grado de la constelación de Géminis y amanece por última vez en el año teniendo
ese trasfondo. A esa hora ocurrirá el momento preciso de la
Luna Llena para Chile, cuando el satélite terrestre está saliendo de la
constelación de Sagitario. El Sol está en la casa 1, en conjunción con Venus y
la Luna está en la casa 7. El Sol afirma el yo y la Luna nos abre hacia el
encuentro con la pareja, con el otro con quien nos habremos de complementar en
este tiempo.
Cuando
la Luna, cuerpo celeste misterioso y de energías escondidas, profundamente
emocional, acuático, se mueve por Sagitario, rompe las barreras del misterio
para iluminar la noche con esa flecha de fuego. Sol en Aire en conjunto con el
regente de la Tierra, iluminando la Luna acuática que transita por el Fuego.
Los cuatro elementos presentes esa noche activarán energías vividas, intensas,
entretenidas, tal vez inestables, pero llenas de entusiasmo, diversión y amor,
al menos de cierta manera. Tanto la Luna como el Sol están en cuadratura con el
Medio Cielo, formando un triángulo que está marcado por Quirón, el planeta de
la sanación. ¿Es tiempo de sanar las heridas que nos ha dejado el desamor? ¿Es
el momento de sanar las tristes historias de amor que anidan en nuestro corazón
y se repiten en ciclos implacables?
Géminis
es el signo mutable de aire, es decir representa ese viento movedizo, tan
propio del otoño y de la primavera, que arrasa con hojas o flores, que desnuda
y poliniza, agita la cabellera y nos hace sonreír. Tiempo de dualidad, de
inquietudes, de preguntas y respuestas incesantes, un diálogo acelerado en que
se pregunta sin esperar las respuestas o se responde antes de que le sean
formuladas las preguntas.
El
planeta Mercurio, regente de Géminis, está instalado en el ascendente y si bien
eso y el hecho de estar en su propio domicilio pueden activarlo, la oposición
con Saturno, el restrictor, en la casa del deber y su estadía en la casa 12, el
lugar del encierro, nos señalan que las comunicaciones no serán siempre
fluidas. Diremos lo que no debemos, callaremos lo importante, sentiremos que no
tenemos permiso para decir todo lo que necesitamos.
La
tradición nos enseña que Dios dijo: "A ti GEMINIS doy las preguntas sin
respuesta, para que lleves a los hombres a entender aquello que ven a su
alrededor. En tu búsqueda de la respuesta encontrarás el don reservado para ti:
el conocimiento".
El
Aire representa la idea, el pensamiento,
lo ágil, lo etéreo, lo volátil; es un espacio para la comunicación, es la
aspiración mítica de volver a volar, alude directamente a la trascendencia, lo
intangible, lo que no se puede retener. El Aire no se ve, pero sin él, no
existimos.
Géminis
rige el lenguaje, la capacidad de expresión y la comunicación. Por eso su símbolo
son los gemelos, los hermanos iguales e inseparables que despiertan la mente y
la comunicación, que nos ayuda a aprender y a pensar. Ellos conversan y las ideas brotan de sus
labios y fluyen incesantes. Y el nativo de Géminis se entusiasma con sus propias
palabras, se alegra de sus ideas entrelazadas unas con otras, toma fuerzas a
partir de sí mismo.
Pero
también Géminis da cuenta de un observador de la realidad, que mira y se
pregunta por las cosas del entorno. Quiere saberlo todo y cuando nadie tiene
respuestas las busca dentro de sí mismo, pues muchas de sus preguntas sólo las
puedes contestar él mismo. La Luna, en esta noche y en los días que le siguen,
nos aporta la energía de esa llamarada sagitariana que respalda su paso por el
cielo. Y nos llega a la hora del amanecer, cuando se juntan la pasión y la
esperanza en el momento en que el sol despunta.
El
mono y la gacela son sus animales totémicos, pues es tiempo de correr por los
campos haciendo dibujos en la hierba, bajo la mirada envidiosa o sorprendida de
quienes te miran desde la inmovilidad. Salta y grita con la alegría y el
espíritu lúdico del mono, con morisquetas y maniobras.
Las ideas que
nacen en Géminis no tienen un solo sentido, sino que se permiten ser
discrepantes, contradictorias y más incitadores de dudas que de soluciones definitivas.
La Luna transitando en Sagitario trata de darle un sentido, pero jamás será
suficiente como para contener el impulso.
Espíritu siempre
inquieto, se abre a nuevas experiencias. Abre puertas, descubre secretos, todo
lo motiva, pero le cuesta permanecer, le es difícil consolidar. Su riesgo es la
inestabilidad, la dispersión o la superficialidad.
Como su regente
Mercurio, es un mago, juega, disfraza, revuelve y transformas la realidad.
Con ingenio
define, describe, construye una representación mental de sí mismo y de los
otros. El nativo de Géminis duda de sí y en este tiempo esa duda nos invade.
La frase
arquetípica de GEMINIS es YO PIENSO, YO EXPRESO, YO DUDO.
En este tiempo se
nos hacen presente la duda, los pensamientos contradictorios, las ideas
opuestas. Es la polaridad, el negro y el blanco al mismo tiempo, la ambigüedad,
el sí y el no a la vez.
Meditación en Luna Llena de tiempos de Géminis
Hoy la Luna se nos
presenta en todo el esplendor de su redondez y su capacidad de reflejar la luz.
El Sol está al otro lado, en exacta oposición, ofreciéndole generosamente sus
energías y rogándole para que cumpla la tarea de iluminar.
Es el momento de meditar
sobre lo que habrás de hacer con la energía que se manifiesta en toda su
plenitud, de poner atención a lo que habrás de decir, comunicar, anunciar, con
la energía que se manifiesta en toda su plenitud.
Con la Luna Llena en tiempo de
Géminis, nos preparamos para el acto de celebración, de fiesta, por la
capacidad de hablarnos, de decir, de comunicar lo que pensamos. Ha llegado la
hora de la luz, de la palabra sabia y de la expresión de la energía ágil,
trascendente, que inunda de la luz del fuego el tiempo por venir.
Digamos:
"La luna se alza en
su esplendor. Lejos está el que debe iluminar, pues ha partido a otras tierras.
Seré yo, el viento, la luz, el canto de las aves y de las ramas movidas por la
brisa, la palabra dispuesta, la propuesta inteligente, quien asuma la mágica
tarea.
La Luna, que se ofrece
generosa, me ayudará a iluminar lo oscuro de mi vida. En esta hora de éxtasis,
de sombras y luminosidad especial, camino hacia el interior de mí.
Esta noche es el instante
para el encuentro con la inteligencia divina y la mente superior.
Invoco la idea, la
imaginación creadora, el mensaje de la luz y el aprendizaje liberador.
Percibo las sombras y el
silencio, para dejar surgir las fuerzas elementales que brotan desde la
inteligencia y el espíritu lúdico.
Esta es la fiesta de la
hermandad, de las ideas compartidas, del encuentro de los caminos paralelos.
Te invoco, Idea suprema,
fuerza de la comunicación, para que des el conocimiento necesario y la claridad
de entendimiento a toda la humanidad.
Es el soplo divino que
dio vida al ser humano, el que hoy llega hasta mí para vitalizar la palabra
creadora. Soy ese soplo. El verbo inicial, el impulso de vida inicial, El árbol
del conocimiento y de la
vida. Se proyecta hasta la plenitud en la máxima creación humana:
el ejercicio de su propia inteligencia.
Pido que el hálito divino
limpie mis pensamientos y pueda hablar con
Verdad. Que el Ungido de Dios oriente y purifique mis acciones y así
refleje los impulsos de trascendencia y luz.
El Aire es portador de renovadas
energías, las necesarias para dar paso a la próxima tarea."
Has recibido la tarea de
divulgar la idea. Tienes
para ello el don del lenguaje, de la comunicación, del pensamiento. Inquieto y
ágil, sueltas las ataduras de la forma y pasas los límites para llegar a todos
lados en el cumplimiento de tu tarea. Confía en ti, pues jamás se te pedirá
nada que no estés en condiciones de dar. Puedes avanzar hacia la profunda
felicidad, con el Aire que te impulsa y tu inquietud por la libertad.”
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