APROXIMACIONES TEÓRICAS AL PROCESO ALQUÍMICO
JAIME HALES
APUNTES
CURSO DE ALTA MAGIA
1.- Estamos viviendo una época
en la que son evidentes grandes transformaciones. Algunos se han asustado y
temen el fin del mundo, las guerras y la destrucción de la humanidad. Otros
anticipan tiempos terribles en los cuales la tecnología y las máquinas someterán
a los humanos o, un poco menos, habrá ciertos humanos que manejando las
máquinas podrán controlar la vida de miles de millones.
2.- Decimos que somos magos en
cuanto somos capaces de transformar la realidad, mediante acciones directas e
indirectas. La más grande de las transformaciones es la de la persona desde su
propia esencia para acceder al camino de la plenitud y la perfección.
3.- La Magia puede ser “blanca”
o “negra”, según su intención. Puede ser Alta o Baja, según los métodos que
utiliza y los objetivos finales. El Mago blanco quiere transformar la realidad
en busca de la esencia misma de todas las cosas, conectado a la raíz del
conocimiento, definiendo desde allí el ámbito de acción y el método, el objetivo
y la intención.
4.- Los más grandes magos de
los tiempos antiguos fueron los alquimistas, precursores de las ciencias, quienes
buscaban transformar los metales impuros en oro, porque el oro representaba
para ellos el más perfecto de todos los productos de la tierra.
- Estaban convencidos de que podían llegar a encontrar el
método adecuado.
- En esa búsqueda definieron el concepto de Piedra Filosofal,
aquella sustancia que podría permitir lograr el objetivo con la sola aplicación
al metal impuro (la aplicación por cierto sigue un procedimiento, pero éste no sería
complejo sino fácil aunque delicado, en el que no deben cometerse ni errores ni
manejos imprecisos con el riesgo de producir resultados desastrosos para el
alquimista).
5.- Por cierto que a los antiguos sabios. Magos de Alta Magia Blanca, les interesaba poco el oro y el dinero. Lo que ellos buscaban era la transformación del ser humano en un ser perfecto, aun con la limitación de ser un ente encarnado, es decir, sujeto al tiempo y al espacio como límites y al deterioro y la descomposición como destinos y procesos corporales inevitables.
6.-Llamamos ALTA MAGIA o
ALQUIMIA VITAL a la propuesta secreta de esos Magos, que ha llegado hasta
nosotros a través de las tradiciones esotéricas y los misterios de las
comunidades que han seguido estudiando y trabajando en una tarea que, aunque
difícil, no ha derrotado a los eternos buscadores.
- Por el contrario, los reveses dieron más ánimo para seguir
avanzando en mundo hostil, con la esperanza de que en Acuario, esta hora
nuestra, las cosas serán más fáciles. O menos difíciles en el tránsito.
- a propuesta secreta de esos
antiguos sabios, Magos de Alta Magia Blanca, para
encontrar y desarrollar la potencia divina de cada ser humano y, merced a las combinaciones adecuadas, encontrar
el camino para el cumplimiento de la tarea personal. Pues, no hay nada más perfecto que cumplir la tarea para la
cual se ha nacido. Y sólo es necesario encontrarla, cruzando el pórtico que se
alza frente a nuestros ojos, ese mágico umbral que estamos cruzando para
adquirir conocimientos teóricos y prácticos útiles a nuestro propio proceso de
desarrollo.
7.- Si hacemos un ejercicio de
imaginería podremos ver nuestra vida como un viaje singular, en el que buscamos
ese umbral.
- Y en ese desplazamiento por las edades (el tiempo) y el
espacio nos vamos encontrando con otros que hacen el mismo peregrinaje en busca
del gran umbral, pero cruzando otros pórticos menores o personales.
- Cruzamos muchos de ellos, creyendo a ratos que es el
definitivo y luego nos damos cuenta que el camino continúa. Y nada mejor que hacer
ese camino en compañía de otros. Algunos permanecen largo tiempo, otros van
siguiendo sus propias rutas y bifurcaciones.
- Esos encuentros son insustituibles y debieran ser
inolvidables. Todos, unos más otros menos, unos con dolor otros con alegría, van
marcando nuestra vida y si no hubiesen estado, nosotros hoy no seríamos los que
somos, no estaríamos en este proceso de hacer consciente nuestro recorrido.
8.- Viajamos hacia la
divinidad, pero lo hacemos como humanos. La meta del viaje es nuestra conciencia
de serlo, nuestra conciencia de seres trascendentes, nuestra conciencia de
seres encarnados.
9.- Los seres humanos tenemos
la experiencia de las emociones, los instintos, la racionalidad y también las
preguntas acerca del universo o la espiritualidad. Somos un tipo de seres
muy
complejos, seres únicos que nos cuestionamos una y otra
vez acerca de nosotros
mismos. Tenemos identidades diversas, para movernos y poder adaptarnos a la
sociedad, escuchamos voces internas que nos invocan a tratar de entender qué pasa
en nuestro interior y en nuestro entorno.
10.-El concepto más habitual de los tiempos actual es para
referirse a este proceso es “desarrollo personal”. Preferimos la expresión
“desarrollo” por sobre “crecimiento” ya que la primera nos insinúa un proceso
más integral, holístico, que permite que la persona vaya expandiéndose en forma
más armónica. Por cierto, no es más que una cuestión de palabras y uso del
lenguaje, sin descalificar los discursos de otros ni querer abrir una discusión
bizantina sobre “cuantos ángeles caben en la cabeza de un alfiler”.
11.-Entendemos por desarrollo personal la expansión de la
potencia divina que todos tenemos, inmersos en la realidad terrestre.
- En cada ser humano hay un
germen de divinidad que debe ser expandido para alcanzar la meta final. Esa
expansión es un aprendizaje que debe hacerse, en la generalidad de los casos,
en varias encarnaciones.
- Somos humanos y en esa
perspectiva nuestra corporalidad en esencial: somos gregarios y necesitamos de
otros para existir, desde la concepción hasta la muerte, pasando por cada
momento de la vida.
- Somos seres del mundo y
requerimos de las relaciones con otros. En ese mundo, en esa realidad, debemos
cumplir con nuestra tarea. Es la hora de aprender algo nuevo y llevarlo a cabo
en el curso de los años que pasamos en el planeta como seres de carne y hueso.
12.-Conocernos y
ser conscientes de quiénes somos y cómo somos, es fundamental para la expansión
de nuestro ser. La tarea que hemos de desempeñar nace desde nosotros mismos.
Por eso el histórico mandato de todos los grandes sabios de la humanidad:
“Conócete a ti mismo”. La felicidad es un estado del alma que resulta del
cumplimiento de nuestra tarea de vida. Es posible ser feliz en medio de las
penas, porque la alegría transitoria, el contentamiento, pasarlo bien, son
situaciones puntuales, tanto como las penas, los dolores y los malestares. Pero
la felicidad es un estado permanente que se consigue al encontrar la ruta hacia
el pórtico final, al menos el final de nuestra existencia.
13.-Ya hemos hablado de esto y tal vez sea necesario profundizar
en textos posteriores, pero no podemos dejar de referirnos al tema del origen
de la humanidad y su relación con lo divino.
- Estamos convencidos de que
la especie humana no es fruto del azar: aquella baja probabilidad que se
juntaran las moléculas para dar origen a la vida y en particular a la vida animal
y humana.
- Tampoco creemos en ese
creacionismo ramplón que no dice que todo se hizo en un acto inmediato tal y
cual lo conocemos.
- Sabemos que la ciencia ha
logrado establecer ciertas secuencias evolutivas y explica muchos de los
procesos en ese desarrollo. Pero la pregunta que nos surge es justamente en los
“vacíos” de la evolución, esos saltos biológicos o culturales que nos muestran
varias humanidades en una sucesión alterada.
- Es lo que hemos llamado
“Intervencionismo”, como una explicación interesante que nos refiere a que esa
divinidad que puede haber dado el impulso original a los procesos, vuelve a
intervenir – por medio de seres superiores enviados especialmente al planeta –
de diferentes formas.
14.-El ser humano va camino de regreso. Tal es su aspiración,
volver a las raíces, al origen de todo y ser parte integrante de esa divinidad.
Para ello debemos, como he dicho, cumplir con
nuestras tareas. Es necesario descubrir para qué hemos nacido.
15.-El alma del ser humano, antes de encarnar, ha resuelto una
tarea y, sabiendo que en los primeros años tenderá a olvidarla, deja señales
para su recuperación. Entonces a medida que aparece la conciencia de ser como
somos, surge la necesidad de descubrir las señales y para eso miramos el
nombre, la madre, el lugar de nacimiento, la fecha de nacimiento. Todo ello nos
irá dando información suficiente. Avanzamos formulando proyectos, cumpliendo
promesas o renunciando a hacer lo que debemos hacer, lo que nos alejará de la
meta y de la felicidad. Pero es nuestra libertad, es la posibilidad de tomar
decisiones y entre ellas está la de avanzar hacia lo que tenemos programado o
renunciar a ello. Vamos avanzando y al llegar al final de la vida humana,
evaluamos con nuestros maestros, pudiendo programar la siguiente encarnación
para ir avanzando en lo que podemos llamar una búsqueda superior en el
ejercicio de la humanidad de cada uno. Hasta que al final retornemos a la
divinidad: es el eterno retorno del cual nos hablan tantas historias, tantos
mitos, tantas religiones y tantas leyendas. Es la gran aspiración del ser
humano de eternidad.
16.-Vamos a trabajar con la Alquimia.
- Ya dijimos que su
pretensión es la transformación de los metales en oro: es la ciencia que a
partir de la experimentación busca la perfección en lo creado. Es un esfuerzo
concreto y no teórico, que compromete al ser humano en su integridad. Abre las
puertas de la creación y es el fundamento de la sanación.
- En el trabajo de
laboratorio se nos enseña que su objetivo es la liberación de la materia al
tiempo que algo se libera desde la materia. Y ello producirá un encuentro
armónico de las energías hasta conducir a formas específicas de perfección.
17.- El proceso alquímico visto como una concatenación de actos
mágicos se orienta siempre hacia cuatro objetivos, que se dan de consuno, como
elementos integrantes y no como etapas sucesivas o alternadas.
La búsqueda eterna, es
decir, una vez iniciado el camino jamás se puede dejar de buscar, salvo que se
esté dispuesto a pagar altos precios.
La búsqueda de la belleza,
entendiendo por tal la perfección estética y ética, es decir, la armonía en sus
distintas dimensiones.
La prolongación de la
vida, la salud, la armonía y la combinación perfecta de la corporalidad en sí
misma y con el alma. Los exploradores antiguos, hasta la conquista de América
por los europeos, buscaban la fuente de la eterna juventud, es decir, aquel
lugar en que sus aguas darían la sanación perfecta y permanente.
La felicidad, como estado
perpetuo del alma durante la encarnación y en el momento de desencarnar,
derivado del cumplimiento de las tareas en una alta medida.
18.-En el desarrollo del trabajo alquímico nos unimos a esos
miles de buscadores y sabios que por miles de años han intentado encontrar
respuestas. En occidente podremos
encontrar a los más grandes alquimistas entre los árabes, sabios esotéricos de
la Edad Media de Europa y algunos renacentistas de la Europa cristiana, principalmente
católica. Recomiendo buscar tratados sobre la historia de la alquimia, aunque
vale la pena mencionar a algunos.
19.- Pese a las creencias populares de que se trataba de
charlatanes que vendían pócimas, la mayoría de los alquimistas eran
investigadores cultos, inteligentes y bien intencionados, e incluso
distinguidos científicos. Isaac Newton dedicó mucho más tiempo y escritos
al estudio de la alquimia que a la óptica o la física. Pero los había grandes
en toda la cuna de occidente (el mundo árabe o semítico) y los países
orientales cercanos como la India y Persia, como por ejemplo el gran Al-Biruni,
persa del siglo XI. En Grecia antigua, la filosofía iba de la mano de la Alquimia
y la Matemática, razón por la que podemos nombrar a Pitágoras, Tales de
Mileto y su pupilo Anaximandro;
Empédocles (el primero probablemente en formular la teoría de los cuatro
elementos básicos de la realidad, posteriormente desarrollada por Platón
y Aristóteles).
Pero indudablemente fueron los árabes quienes más trabajaron el tema y entre
ellos son los más conocidos Al-Razi (en latínRasis) y JabiribnHayyan
(en latín Geber). El conocimiento de los alquimistas árabes instalados en
Andalucía pasó a los cristianos y en plena Edad Media, años previos al milenio,
destacó Gerberto de Aurillac, que luego llegaría a
ser Papa. Podemos seguir mencionando cristianos destacados, como Robert Grosseteste (1170–1253), Alberto Magno
(1193–1280) y su discípulo Tomás de Aquino (1225–1274). Ramón Llull,
conocido como Lulio, destacó en este esfuerzo, pero sin duda el alquimista más
relevante fue Roger Bacon (1214–1294), franciscano, que quiso acercar el
cristianismo al mundo real y buscó la piedra filosofal: “Esa medicina que
eliminará todas las impurezas y corrupciones de los metales menores también, en
opinión de los sabios, quitará tanto de la corruptibilidad del cuerpo que la
vida humana podrá ser prolongada durante muchos siglos.” Así sustituyó la idea
de la inmortalidad por la de longevidad y salud. Otro grande fue Nicolás Flamel
(1330
- 1417),
quien escribió mucho, pese a que ya se habían desatado persecuciones cuando el
papado prohibió la alquimia. El alemán Heinrich Cornelius Agrippa, el inglés John
Dee, el polaco Miguel Sendivogius, fueron figuras poderosas en
el post renacimiento. Finalmente debemos mencionar a TychoBrahe
(1546–1601), Thomas Browne, Paracelso, Parmigianino, el barón Carl Reichenbach.
20.- En el ejercicio de la Alquimia, como sucede en todas las disciplinas,
pero sobre todo en aquellas que escapan de control público, hay profesionales
serios y otros que no son más que charlatanes cuyas actividades desorientan y
dañan. Por ello las personas deben formarse rigurosamente, estudiar y trabajar
en sí mismos. Mientras existieron instituciones serias a cargo de maestros o
sabios de verdad, había una ordenada secuencia de aprendices, oficiales y
maestros, funciones y títulos a los que se ascendía mediante un procedimiento
dirigido, controlado, con orden y de acuerdo con el trabajo efectivo que las
personas hicieran.
21.- Los verdaderos alquimistas y aquellos magos que saben
trabajar con la Alquimia Vital distinguirán con facilidad a los charlatanes, a
quienes llaman “Sopladores”, porque se imitan a avivar el fuego y crear
apariencias, pero solo buscan riqueza, reconocimiento y retribución. El
“Iniciado” es el que está aprendiendo, que ayuda al que le enseña y que
pausadamente accederá a todas las experiencias. Sin embargo muchos que están en
esta calidad creen ya haber llegado, se apuran, se apartan del que les enseña y
quieren seguir su propio camino. En eso deben tener cuidado, porque si bien su
trabajo es serio y bien intencionado, en verdad no han alcanzado el nivel
requerido para actuar en forma autónoma. Nadie sabe antes de tiempo. Se llama
Adepto al que está en el proceso de búsqueda, que comprende lo que busca y sabe
guiar a los que están a su cargo. A esto debemos llegar y saber que cada uno de
nosotros vive estas experiencias, pero que accede la categoría de adepto cuando es capaz de
trabajar su propio camino interior, conocer su tarea principal, avanzar en su
realización y utilizar los elementos que el universo (la divinidad) pone a su
disposición. Ahora bien, cuidado con el gran pecado de los alquimistas: la
soberbia. Y la manipulación del camino propio y de los demás. Nada peor que
creer que se pueden tomar atajos para llegar a la meta. El camino se hace
completo o no es el camino.
22.- La pregunta que debemos hacernos es si acaso esa Piedra Filosofal
existe y dónde reside. ¿Es posible encontrarla? Mi respuesta es sencilla: la
Piedra Filosofal vive en cada ser humano y cuando la encontramos alcanzamos las
metas que debíamos tocar. El objetivo es saber más de nosotros mismos; conocer
nuestra tarea vital y aprender a usar los recursos que se han puesto a nuestra
disposición para lograr la combinación adecuada que nos lleve a avanzar en el
camino de perfección. Hoy el mundo ofrece muchos caminos: unos más válidos que
otros, unos verdaderos y otros falsos. Mucho se nos propone: desconfiemos de lo
fácil, de lo sencillo, del éxito liviano. En ellos se pierde el ser humano.